La arraigada tradición de nuestros agricultores se combina con la aplicación de modernas técnicas para producir bajo condiciones particulares de clima y suelo locales, un fruto delicioso obtenido y comercializado bajo un estricto control que garantiza al consumidor una calidad excepcional.
Gracias a ello, la Cooperativa Santiago Apostol ha sido la primera en certificar e identificar sus melones con el sello de indicación geográfica protegida “Melón de la Mancha”, recientemente reglamentada.